GERMAN ZABALA, De Golconda
“Nos olvidamos de preparar un ser para ser él, que supiera que lo fundamental que hay en este mundo es su existencia; que no hay nada, ni ahora, ni antes, que lo pueda sustituir. Que lo importante de vivir está en su especificidad, el deber que tiene cada persona de participar con su diferencia, en el proceso social de la comunidad.”
Germán Zabala Cubillos. La paradoja de la diferencia.
APARTES DE "UNA ENTREVISTA DE AYER REVIVIENDO EL PRESENTE"
La palabra de ayer dilucida el propósito del ahora
En la década del sesenta alrededor del grupo de Golconda que proyecto políticamente el acontecimiento de Camilo Torres, el Teólogo Venezolano Otto Maduro hizo una entrevista a Germán Zabala Cubillos sobre la metodología que se trabajo en los barrios y veredas de Colombia; después de mas de cuarenta años, sigue siendo una acción política usada en el Continente; porque la Reconscectualización del Trabajo Social asumió esta experiencia en la mayoría de los países de América Latina. El esfuerzo que deseamos hacer hoy es revivir esa entrevista con la experiencia y los aportes que la revolución le ha dado al proyecto inicial.
Otto Maduro:
¿Cuales son los principios fundamentales de la metodología que el Grupo de Golconda emplea para realizar su tarea pedagógica y política?.
Germán Zabala:
Partimos de la crítica al manualismo soviético; de la misma manera nos enfrentamos a la afectación que se hace de la visión humanista del Joven Marx. Pretendemos hacer una mirada renovada de los “manuscritos económicos y filosóficos de 1844” y de la concepción novedosa de la revolución, a la luz de la obra del “capital”, verdadera fuente del trabajo teórico de Marx.
Hemos encontrado que la mayoría de las personas que trabajan con el movimiento político no están capacitadas para leer el texto del Capital, en primer lugar: por carecer de una preparación adecuada, y en segundo lugar, por el condicionamiento de una educación ideológica para defender el sistema en que viven. Para superar esta barrera suministramos métodos elementales de la Teoría del Valor, que Marx empleo para escribir su obra.
Nuestra práctica pedagógica nos dice: que solamente con el transcurso del tiempo, las personas que comienzan a interesarse en los problemas sociales llegaran a trabajar seriamente a Marx. Por este motivo hemos comenzado en los MEI (Modelo Educacional Integrado) a trabajar el método de la “lectura implícita” con cualquier texto, con el implemento de guías programadas sobre los libros estudiados. Se busca que encuentren a través de sus propias experiencias, lo que no dicen las palabras, los silencios que se establecen entre las frases; es decir, aprender a leer entre líneas.
Estamos seguros de los errores que cometeremos y de las múltiples experiencias negativas que surgirán en el trabajo, pero también estamos convencidos que cuando entren a leer el Capital, se les va hacer más fácil la tarea de vivir.
Que nos dijo el tiempo:
La pregunta que formulo Otto Maduro sobre la Metodología; aparece como si el entrevistador y el entrevistado estuvieran de acuerdo sobre el significado del termino. Después de los años vividos, por lo menos para nosotros los entrevistados, la semiología que la palabra metodología ha sufrido, ha tenido distintos momentos de interpretación que hoy podemos sintetizar así: la pregunta fue respondida dentro del uso que se tenía de la palabra metodología; se trataba del como hacer las cosas, creíamos que era el método. Con los años llegamos a pensar que metodología era la concepción científica de los métodos, afirmándonos en una posición operacional.
Deleusse en la introducción conocida como El Rizoma de Mil Mesetas, nos deja entrever; que cuando se habla de metodología se esta planteando un camino de búsqueda dentro de la visión Agustiniana de encontrar para seguir buscando.
Hoy en la expectativa del continuo categoríal y alegórico que enfoca la matemática, la metodología es la posición teórica frente a lo desconocido, donde el recurso analógico de la investigación deja de tener validez, abandonando el conocimiento con el único recurso de la creatividad y la inducción, solo en razón de lo desconocido e invisible de lo esencial.
Con respecto al método de estudio en el que se han formado los revolucionarios, encontramos que nuestra posición inicial estuvo cargada de ideología en el sentido como los comunistas nos formaron en el pasado. Partir de los textos ideológicos que formaban a los militantes en los eslóganes propagandísticos, con frases para suscitar emociones mas que razonamientos, nos pareció inadecuado; por ese motivo insistimos en ir a los clásicos como la fuente donde debe nutrirse la juventud.
Descubrimos un poco tarde que el Marxismo carece de un método de exposición, quizás por la fuerza que tiene como método de investigación; fue por ese motivo que nos adentramos en la teoría de la lectura tratando de encontrar un sustituto que nos alejara del método hipotético deductivo del positivismo.
Hoy podemos decir; que con los avances que hemos aprendido de los medios de comunicación, sobre todo cuando se logra colocar en manos de las comunidades los propios medios, se gana el camino de ir de las masas populares hacia los sectores avanzados que poseen el conocimiento privilegiadamente, pudiéndose decir; que se gana el dialogo de los de abajo y se pondera la academia en su justa dimensión.
Otto Maduro:
¿Porque dice Ud. , que se le va hacer mas fácil su tarea?.
Germán Zabala:
En primer lugar; porque se conoce de una práctica metodológica, que prepara a quien la recibe, a comprender el mundo críticamente, en el sentido dialéctico, de ir a la raíz de los problemas, evitando los enmascaramientos, para encontrar en el fondo social de la lucha de clases, el principio de todo conocimiento.
Se trata de profundizar el camino metodológico que propuso el Marxismo. Por otra parte queremos combatir las pretensiones de imponer moldes extranjeros a nuestra realidad, buscando por todos los medios conducir el trabajo por el camino de la praxis social, que parte de encontrar la vía exploratoria del IR a las comunidades, para luego LLEGAR a ellas y posteriormente VOLVER sobre las mismas comunidades, posición defendida y promulgada por Mao en la gran marcha de Yenan, aparentemente parece muy fácil hacerlo y en realidad lo es; una organización que surja sin exigencias, dejando que los pueblos encuentren en su camino su propio recorrido, en sus luchas concretas evitando que se malgasten en posiciones sujetivas.
Estoy convencido que este es el camino mas arduo, pero a la vez el mas transparente para preparar al pueblo en el camino hacia la revolución. Si nuestro grupo fuera un movimiento, un partido de izquierda, o tuviera una posición definida, ya estaría dividido en mil pedazos. ¿Pero como va romperse?, si no somos nada, sí no existimos como tales. En el fondo somos una búsqueda, donde las personas tratan de encontrar su puesto en la revolución, luchando por aprehender a territorializar su práctica hacia la proletarización.
Es esta la metódica que estamos viviendo para nuestra propia formación, entendiendo que pedagógicamente cada persona de nuestro trabajo lo siente así. Se puede decir que estamos construyendo una organización nueva, que ira a tener muchas crisis, donde cada uno dará lo que pueda, desde lo humano, desde lo teórico y sobre todo desde lo político. Pretendemos hacer la organización que se necesita para llevar a termino la revolución.
Que nos dijo el tiempo:
Colocados en la década del sesenta donde la revolución no había sufrido la experiencia de la caída del Muro de Berlín; pensar en que el proletariado era la esperanza de la humanidad para conquistar un nuevo mundo, no solo era razonable sino el único camino que la experiencia revolucionaria había revelado.
El nuevo pensamiento que Gorbachov planteó a su país y al mundo fue la Perestroika, donde puso de relieve la catástrofe del socialismo soviético, mostrándonos de cuerpo entero como la clase obrera había malogrado el proyecto revolucionario, por ser una prolongación del capitalismo, ya que el proletariado no era otra cosa sino la razón eficiente del Capital.
Es claro; que no se cambia sino lo que se sustituye, por ese motivo no solo era imposible que la clase obrera hiciera la revolución, sino que era un exabrupto colocar a la razón de ser del capital, para que lo eliminara.
Hoy entendemos que el pensamiento revolucionario no se acuña, en el proceso productivo, sino en el conocimiento creativo que entra en contradicción con la explotación, en el sentido de que lo epistémico se afirma en la realidad pragmática del trabajo humano. La clase obrera se necesita en la lucha, lo que no podemos es dejar a los trabajadores en la dirección y el protagonismo del cambio.
El sindicalismo fue una arma reivindicativa de mucho significado para que los trabajadores mejoraran sus condiciones laborales, no podemos confundir una lucha reformista por mejorar las condiciones de vida dentro de una realidad cotidiana, con la decisión de la sociedad de llevar a termino la revolución social.
Otto Maduro:
¿Porque plantea Ud., que la organización que están creando tendrá muchas crisis?.
Germán Zabala:
Los revolucionarios que están alrededor de nuestro trabajo, piensan que somos un grupo cerrado, porque nuestros comportamientos no corresponden a los tradicionales de las organizaciones de izquierda. Es natural que esta situación de expectativa por parte de nuestros aliados, lleve al criterio general muchas dudas sobre nuestra acción, que necesariamente terminaran descomponiendo parte de nuestro trabajo.
Además la participación de los cristianos es cada vez mas grande, la cual lleva en sí misma una posición expiativa de el comportamiento caracterizada por la defensa de la “persona humana”. Las distintas contradicciones que el trabajo político trae en sus manifestaciones, necesariamente traen críticas por parte de los revolucionarios, que no tienen cabida para los compañeros cristianos, que consideran esa practica como una cacería humana. Desaparece así la crítica revolucionaria que va siendo sustituida por la tolerancia que soporta todas las insuficiencias, debilitando la práctica revolucionaria. Afortunadamente queda el recurso del arrepentimiento que en cierta forma es una autocrítica, que los reencuentra con la dinámica de la revolución.
Entendemos que el cristianismo es una Fe, que no es: una teoría revolucionaria, una filosofía, un humanismo. Que es ante todo una actitud humana hacia el fortalecimiento de la interioridad individual y escapa a toda actividad crítica.
También entendemos la presencia política de Camilo Torres que coloca al cristianismo dentro de la revolución latinoamericana, mucho mas allá de cualquier disquisición teológica. Todos estos problemas, son nuevos obstáculos para el trabajo revolucionario, que necesariamente traerán muchos inconvenientes al interior de la revolución.
Que nos dijo el tiempo:
En primer lugar; nuestro profundo desconocimiento del carácter revolucionario del cristianismo, que a través de todos los tiempos, estuvo ligado a las transformaciones socioeconómicas y políticas de la humanidad, esencialmente por su misión en razón del pobre. Cristo-Jesús en las palabras de San Pablo: como Cristo redimió a la humanidad y como Jesús libero al Ser Humano socialmente.
En segundo lugar; apareció la Teología de la Liberación con algunos excesos en sus justificaciones políticas, debido a la influencia que el socialismo soviético irradiaba en los movimientos revolucionarios, que en los distintos lugares era aprovechada por los partidos comunistas para imponer su influencia. En Colombia; El movimiento de Golconda presento otra alternativa nacida de la interpretación ecuménica marcada por la venida del Papa, en relación con la visión de partir de la Manera cultural de nuestros ancestros precolombinos, para encontrar en los propios recursos de nuestros pueblos, la religiosidad popular que había sostenido desde la conquista la organización social.
El creer que nuestras comunidades expresaban un cristianismo ortodoxo, nacido de las luchas de las catacumbas donde el cristianismo había ganado, una posición teológica para llevar sus luchas a termino, fue una equivocación que solo los años vino a aclararse en la investigación que hicimos de nuestro comportamiento político.
La realidad nos enseño que el cristiano no solamente es un excelente militante, sino que en el fondo es un ser confiable por tener como base de su formación, la ética y poner por encima de sus intereses personales el bien común.
Otto Maduro:
¿Qué significa para Uds., Camilo Torres?.
Germán Zabala:
Camilo Torres es ante todo una metodología, un nuevo criterio para enfrentarnos a lo desconocido, es decir; como llevar a termino la revolución que debemos realizar hoy.
Para la Mayoría de los revolucionarios Camilo es un mártir cristiano y en el mejor de los casos un héroe nacional, aunque meritos le sobran para serlo, nosotros lo miramos como la persona que mas ha aportado a la Teoría Revolucionaria de América Latina.
Su política de hechos plasmo el método para conseguir la unidad por encima de todas las formas partidistas, como el único camino que tenemos los revolucionarios de América Latina para derrotar al imperialismo.
Al seguirlo nos proponemos, no repetir el fenómeno Camilo Torres, sino proyectarlo críticamente para poderlo superar.
Que nos dijo el tiempo:
Camilo nos dejo entrever en sus diferentes salidas para encontrar el camino revolucionario, que era necesario estar abierto a lo desconocido, teniendo en cuenta que toda afirmación por cierta que pareciera, era susceptible de cambiarse negándola si era necesario.
Su formación positivista, lo llevaba a formular sus tesis sobre la base del sentido común de las mayorías académicas, superándolas en cuenta eran negadas por la investigación; pronto nos mostró que no se trataba de un método para encontrar lo cierto, sino de una búsqueda para encontrar, que había que seguir buscando.
Podemos afirmar que en la práctica nos dejo en claro que la metodología no era un método, para encontrar el como hacer las cosas, sino un rumbo que nos conducía a lo inédito.
Su pregunta sobre el significado que para nosotros tiene Camilo: en realidad hay muchas respuestas, después de casi cincuenta años de haber sido hecha. Históricamente sabemos que nos permitió adelantarnos a la catástrofe soviética, cuando nos hablo de la clase popular, poniendo en entre dicho la teoría de la lucha de clases alrededor del proletariado como el fundamento de la revolución. Teológicamente nos mostró que el amor revolucionario solo era posible a través de la eficacia, mostrándonos que era una falacia, estar dispuestos a morirse por la revolución y no trabajar por ella.
Hoy sabemos que Camilo nos permitió enfrentarnos con seguridad al siglo XXI, permitiéndonos superar a los revolucionarios la caída del Muro de Berlín, dándonos las herramientas culturales para comprender la manera que tienen los latinoamericanos de hacer las cosas. Además nos dejo ver, sin el dogmatismo que los teóricos a través del manualismo nos habían condicionado, entendiendo que la teoría Marxista es una metodología para avanzar críticamente en la superación de los distintos obstáculos que se presentan en la lucha revolucionaria, y no un dogma para invocar cada vez que nos equivocamos.
Otto Maduro:
-¿Cual creen Uds., que fue el mayor aporte del Padre Camilo Torres?.
Germán Zabala:
Consideramos que el mayor aporte de Camilo, fue poner en primer plano el dialogo entre Marxistas y Cristianos, superando la fantasía que se pudiera dar al respecto o el despliegue publicitario en aras de la moda del momento.
Nos mostró que el dialogo entre Marxistas y Cristianos es el mejor camino revolucionario, para llegar a las inmensas masas populares en su gran mayoría practicantes cristianos.
La experiencia del dialogo nos trajo muchas enseñanzas a partir del encuentro concreto entre los cristianos y los revolucionarios; en un primer momento, la humilde participación de los cristianos en las discusiones políticas y la suficiencia verbal de los marxistas se evidencio vigorosamente, lo cual nos llevo a comprobar que dentro del discurso verbal no se resolvía nada, encontrando que las soluciones fueron apareciendo en la medida en que se ligaban conjuntamente al trabajo con las comunidades. Aprendimos que es la participación social la única que resuelve las contradicciones en las propias soluciones populares.
Fue así como fueron desapareciendo los complejos de inferioridad de los cristianos y los de superioridad de los revolucionarios, ya que las contradicciones que se presentaron se resolvían en la práctica con las comunidades. Allí las etiquetas sobraban, porque frente a la relación con lo concreto desaparecen las vanidades, puesto que en el plano de la equidad, todos somos desposeídos frente al personaje popular, encontrándose enfrentados a la lucha real por el cambio.
Que nos dijo el tiempo:
En la práctica revolucionaria lo que se evidencio del dialogo entre Marxistas y Cristianos fue ante todo la actitud ética frente al compromiso en el trabajo con las comunidades, apareciendo el discurso ideológico en un enmascaramiento para eludir el compromiso; en los momentos de decisión se muestra como el llevar a termino lo acordado, se distorsiona con el verbalismo, justificando el incumplimiento con las concebidas posiciones autocríticas que debilitan las acciones y impiden avanzar.
Los años nos dijeron que mientras los revolucionarios doctrinarios perdían el rumbo, acomodándose en los privilegios que les abrió el sistema, la mayoría de los cristianos permanecían en sus posturas, realizando lo que podían hacer alrededor del pobre y respondiendo a los llamados que los cambios lograban para los necesitados.
En relación con los principios; la mayoría de los llamados Marxistas terminaron escondiéndose y negando su procedencia, para poderse insertan en el sistema que combatieron. La literatura de los grupos ortodoxos se fue callando y cambiando su orientación, quedando como baluartes aislados revistas cristianas, que tomaron en sus manos la profundización del marxismo en la interpretación del tiempo que se vive hoy, después de la caída del Muro de Berlín.
Otto Maduro:
No se podría hacer una especie de resumen; una síntesis, por lo menos un recuento de algunas de las experiencias del trabajo concreto, que puedan arrojar luces de: ¿ cómo se ha llevado el trabajo en el seno de las masas?.
No basta decir “ir a las masas”: ¿ es necesario decir como?. En Venezuela también se ha tratado de ir a las masas, pero todos los intentos han fracasado, unas veces por vanguardismo, y otra veces por posiciones elitistas. La mayoría de las ocasiones por querer trasladar ideologías foráneas, por querer imponer modalidades extrañas, en lugar de buscar en el seno de las masas los valores que puedan generar una lucha propia.
Germán Zabala:
En su pregunta esta la repuesta; porque ir a las masas, es estar en ellas, aprehendiendo de ellas. Ir, significa encontrar el proceso de formación de los revolucionarios, en el doble aspecto; de lo militar y lo político, que es el único camino pedagógico para formar a los revolucionarios.
Cuando planteamos ir a la realidad, nos encontramos en el camino epistémico del marxismo, que parte de la dupla (necesidad- satisfacción) en el origen de las sensaciones. Se trata de la certeza sensible que es la primera expresión para satisfacer las necesidades biológicas. Para llevar a termino este camino empleamos un instrumento concreto que es el DIARIO DE CAMPO, que consta de tres fases distintas en el conocer: Ubicación, Determinación y Individualización.
El Diario de Campo es un informe escrito, es una parte de la tarea por cumplir, en principio es un trabajo engorroso, en especial para los revolucionarios que no están acostumbrados a un trabajo de investigación y les es difícil comprender su utilidad.
Que nos dijo el tiempo:
La Fenomenología del Espíritu de Hegel en su capitulo inicial sobre la certeza sensible, introduce filosóficamente en un texto difícil de leer, la práctica sensorial que nuestra especie recorrió para iniciar la construcción del pensamiento y que el Marxismo denomino la actividad sensorial humana. Paradójicamente la praxis inicial de nuestro conocimiento para enfrentar lo desconocido, que naturalmente debía ser lo mas sencillo de comunicar, se convierte en uno de los textos mas complicados de la filosofía.
El Sentido común que es el menos común de los sentidos, tiene su referencia, la práctica animal de la satisfacción de las necesidades vitales, donde el animal devora la naturaleza individualmente para subsistir. El Ser humano en su experiencia exploratoria para desarrollar el pensamiento, en la fase de la recolección, sale con el condicionamiento ecológico de la infusión de satisfacerse directamente en el reino animal. Decimos que es el menos común de los sentidos, porque no esta dentro del conocimiento solidario que desarrolla la síntesis del concreto pensado, cuando el Ser Humano construye su pensamiento en razón de la producción.
Antes de hablar del Diario de Campo, se necesitaron millones de años para que el pensamiento superara la inteligencia animal, y emergiera el pensamiento solidario de la humanidad. Sustituir la retroalimentación cibernética natural de la inteligencia animal, sin eliminarla, por la lógica sistémica del pensamiento humano fue la ruptura epistémica que permitió la humanización.
Otto Maduro:
¿ En que consiste concretamente el “Diario de Campo”?.
Germán Zabala:
El Diario de Campo es la combinación de un trabajo individual con un trabajo colectivo. En la experiencia investigativa de Golconda, el trabajo comienza con tres personas, sin que excedan de seis. El número mínimo de tres personas, se debe a que la conceptualización necesita de esas experiencias, para expresar una propiedad de la realidad. El máximo de seis es para evitar ser fácilmente detectados por la comunidad a la que se esta hiendo a investigar. Además es un número de personas demasiado grande para ser manejado en un grupo.
Desde el punto de vista de la teoría del conocimiento, el Diario de Campo se fundamenta en las formas equivalenciales, las cuales permiten producir inicialmente el valor de uso. Fue Marx quien al desarrollar la teoría del valor, encontró que lo que se aprehendía en el trabajo para generar la producción, era el mismo proceso que se aprendía para abstraer el pensamiento.
La teoría del valor, muestra que una experiencia no da la posibilidad de identificarse con la realidad. Se puede comparar esa situación con la que vivieron nuestros antepasados en las épocas de las cavernas, cuando ellos se confundían con su ambiente, mimetizándose en él.
Cuando aparecen dos experiencias en la investigación, se logra la simetrización, surgiendo la posibilidad de lo reciproco para distinguir distintas situaciones. Desde la analogía filogenética, podemos referirnos a la época de la servidumbre, en donde la existencia del Señor y del Siervo era mutua e indestructible y el uno no existía sin el otro.
En el mismo proceso investigativo, cuando aparecen tres experiencias, permiten al grupo completar el proceso investigativo, encontrando las relaciones equivalenciales, las cuales proyectan los procesos en forma trascendente, logrando que el conocimiento se concretice en proporciones bien determinadas, ganando así el valor de uso que la historia realiza en sus distintas modalidades.
“Nos olvidamos de preparar un ser para ser él, que supiera que lo fundamental que hay en este mundo es su existencia; que no hay nada, ni ahora, ni antes, que lo pueda sustituir. Que lo importante de vivir está en su especificidad, el deber que tiene cada persona de participar con su diferencia, en el proceso social de la comunidad.”
Germán Zabala Cubillos. La paradoja de la diferencia.
APARTES DE "UNA ENTREVISTA DE AYER REVIVIENDO EL PRESENTE"
La palabra de ayer dilucida el propósito del ahora
En la década del sesenta alrededor del grupo de Golconda que proyecto políticamente el acontecimiento de Camilo Torres, el Teólogo Venezolano Otto Maduro hizo una entrevista a Germán Zabala Cubillos sobre la metodología que se trabajo en los barrios y veredas de Colombia; después de mas de cuarenta años, sigue siendo una acción política usada en el Continente; porque la Reconscectualización del Trabajo Social asumió esta experiencia en la mayoría de los países de América Latina. El esfuerzo que deseamos hacer hoy es revivir esa entrevista con la experiencia y los aportes que la revolución le ha dado al proyecto inicial.
Otto Maduro:
¿Cuales son los principios fundamentales de la metodología que el Grupo de Golconda emplea para realizar su tarea pedagógica y política?.
Germán Zabala:
Partimos de la crítica al manualismo soviético; de la misma manera nos enfrentamos a la afectación que se hace de la visión humanista del Joven Marx. Pretendemos hacer una mirada renovada de los “manuscritos económicos y filosóficos de 1844” y de la concepción novedosa de la revolución, a la luz de la obra del “capital”, verdadera fuente del trabajo teórico de Marx.
Hemos encontrado que la mayoría de las personas que trabajan con el movimiento político no están capacitadas para leer el texto del Capital, en primer lugar: por carecer de una preparación adecuada, y en segundo lugar, por el condicionamiento de una educación ideológica para defender el sistema en que viven. Para superar esta barrera suministramos métodos elementales de la Teoría del Valor, que Marx empleo para escribir su obra.
Nuestra práctica pedagógica nos dice: que solamente con el transcurso del tiempo, las personas que comienzan a interesarse en los problemas sociales llegaran a trabajar seriamente a Marx. Por este motivo hemos comenzado en los MEI (Modelo Educacional Integrado) a trabajar el método de la “lectura implícita” con cualquier texto, con el implemento de guías programadas sobre los libros estudiados. Se busca que encuentren a través de sus propias experiencias, lo que no dicen las palabras, los silencios que se establecen entre las frases; es decir, aprender a leer entre líneas.
Estamos seguros de los errores que cometeremos y de las múltiples experiencias negativas que surgirán en el trabajo, pero también estamos convencidos que cuando entren a leer el Capital, se les va hacer más fácil la tarea de vivir.
Que nos dijo el tiempo:
La pregunta que formulo Otto Maduro sobre la Metodología; aparece como si el entrevistador y el entrevistado estuvieran de acuerdo sobre el significado del termino. Después de los años vividos, por lo menos para nosotros los entrevistados, la semiología que la palabra metodología ha sufrido, ha tenido distintos momentos de interpretación que hoy podemos sintetizar así: la pregunta fue respondida dentro del uso que se tenía de la palabra metodología; se trataba del como hacer las cosas, creíamos que era el método. Con los años llegamos a pensar que metodología era la concepción científica de los métodos, afirmándonos en una posición operacional.
Deleusse en la introducción conocida como El Rizoma de Mil Mesetas, nos deja entrever; que cuando se habla de metodología se esta planteando un camino de búsqueda dentro de la visión Agustiniana de encontrar para seguir buscando.
Hoy en la expectativa del continuo categoríal y alegórico que enfoca la matemática, la metodología es la posición teórica frente a lo desconocido, donde el recurso analógico de la investigación deja de tener validez, abandonando el conocimiento con el único recurso de la creatividad y la inducción, solo en razón de lo desconocido e invisible de lo esencial.
Con respecto al método de estudio en el que se han formado los revolucionarios, encontramos que nuestra posición inicial estuvo cargada de ideología en el sentido como los comunistas nos formaron en el pasado. Partir de los textos ideológicos que formaban a los militantes en los eslóganes propagandísticos, con frases para suscitar emociones mas que razonamientos, nos pareció inadecuado; por ese motivo insistimos en ir a los clásicos como la fuente donde debe nutrirse la juventud.
Descubrimos un poco tarde que el Marxismo carece de un método de exposición, quizás por la fuerza que tiene como método de investigación; fue por ese motivo que nos adentramos en la teoría de la lectura tratando de encontrar un sustituto que nos alejara del método hipotético deductivo del positivismo.
Hoy podemos decir; que con los avances que hemos aprendido de los medios de comunicación, sobre todo cuando se logra colocar en manos de las comunidades los propios medios, se gana el camino de ir de las masas populares hacia los sectores avanzados que poseen el conocimiento privilegiadamente, pudiéndose decir; que se gana el dialogo de los de abajo y se pondera la academia en su justa dimensión.
Otto Maduro:
¿Porque dice Ud. , que se le va hacer mas fácil su tarea?.
Germán Zabala:
En primer lugar; porque se conoce de una práctica metodológica, que prepara a quien la recibe, a comprender el mundo críticamente, en el sentido dialéctico, de ir a la raíz de los problemas, evitando los enmascaramientos, para encontrar en el fondo social de la lucha de clases, el principio de todo conocimiento.
Se trata de profundizar el camino metodológico que propuso el Marxismo. Por otra parte queremos combatir las pretensiones de imponer moldes extranjeros a nuestra realidad, buscando por todos los medios conducir el trabajo por el camino de la praxis social, que parte de encontrar la vía exploratoria del IR a las comunidades, para luego LLEGAR a ellas y posteriormente VOLVER sobre las mismas comunidades, posición defendida y promulgada por Mao en la gran marcha de Yenan, aparentemente parece muy fácil hacerlo y en realidad lo es; una organización que surja sin exigencias, dejando que los pueblos encuentren en su camino su propio recorrido, en sus luchas concretas evitando que se malgasten en posiciones sujetivas.
Estoy convencido que este es el camino mas arduo, pero a la vez el mas transparente para preparar al pueblo en el camino hacia la revolución. Si nuestro grupo fuera un movimiento, un partido de izquierda, o tuviera una posición definida, ya estaría dividido en mil pedazos. ¿Pero como va romperse?, si no somos nada, sí no existimos como tales. En el fondo somos una búsqueda, donde las personas tratan de encontrar su puesto en la revolución, luchando por aprehender a territorializar su práctica hacia la proletarización.
Es esta la metódica que estamos viviendo para nuestra propia formación, entendiendo que pedagógicamente cada persona de nuestro trabajo lo siente así. Se puede decir que estamos construyendo una organización nueva, que ira a tener muchas crisis, donde cada uno dará lo que pueda, desde lo humano, desde lo teórico y sobre todo desde lo político. Pretendemos hacer la organización que se necesita para llevar a termino la revolución.
Que nos dijo el tiempo:
Colocados en la década del sesenta donde la revolución no había sufrido la experiencia de la caída del Muro de Berlín; pensar en que el proletariado era la esperanza de la humanidad para conquistar un nuevo mundo, no solo era razonable sino el único camino que la experiencia revolucionaria había revelado.
El nuevo pensamiento que Gorbachov planteó a su país y al mundo fue la Perestroika, donde puso de relieve la catástrofe del socialismo soviético, mostrándonos de cuerpo entero como la clase obrera había malogrado el proyecto revolucionario, por ser una prolongación del capitalismo, ya que el proletariado no era otra cosa sino la razón eficiente del Capital.
Es claro; que no se cambia sino lo que se sustituye, por ese motivo no solo era imposible que la clase obrera hiciera la revolución, sino que era un exabrupto colocar a la razón de ser del capital, para que lo eliminara.
Hoy entendemos que el pensamiento revolucionario no se acuña, en el proceso productivo, sino en el conocimiento creativo que entra en contradicción con la explotación, en el sentido de que lo epistémico se afirma en la realidad pragmática del trabajo humano. La clase obrera se necesita en la lucha, lo que no podemos es dejar a los trabajadores en la dirección y el protagonismo del cambio.
El sindicalismo fue una arma reivindicativa de mucho significado para que los trabajadores mejoraran sus condiciones laborales, no podemos confundir una lucha reformista por mejorar las condiciones de vida dentro de una realidad cotidiana, con la decisión de la sociedad de llevar a termino la revolución social.
Otto Maduro:
¿Porque plantea Ud., que la organización que están creando tendrá muchas crisis?.
Germán Zabala:
Los revolucionarios que están alrededor de nuestro trabajo, piensan que somos un grupo cerrado, porque nuestros comportamientos no corresponden a los tradicionales de las organizaciones de izquierda. Es natural que esta situación de expectativa por parte de nuestros aliados, lleve al criterio general muchas dudas sobre nuestra acción, que necesariamente terminaran descomponiendo parte de nuestro trabajo.
Además la participación de los cristianos es cada vez mas grande, la cual lleva en sí misma una posición expiativa de el comportamiento caracterizada por la defensa de la “persona humana”. Las distintas contradicciones que el trabajo político trae en sus manifestaciones, necesariamente traen críticas por parte de los revolucionarios, que no tienen cabida para los compañeros cristianos, que consideran esa practica como una cacería humana. Desaparece así la crítica revolucionaria que va siendo sustituida por la tolerancia que soporta todas las insuficiencias, debilitando la práctica revolucionaria. Afortunadamente queda el recurso del arrepentimiento que en cierta forma es una autocrítica, que los reencuentra con la dinámica de la revolución.
Entendemos que el cristianismo es una Fe, que no es: una teoría revolucionaria, una filosofía, un humanismo. Que es ante todo una actitud humana hacia el fortalecimiento de la interioridad individual y escapa a toda actividad crítica.
También entendemos la presencia política de Camilo Torres que coloca al cristianismo dentro de la revolución latinoamericana, mucho mas allá de cualquier disquisición teológica. Todos estos problemas, son nuevos obstáculos para el trabajo revolucionario, que necesariamente traerán muchos inconvenientes al interior de la revolución.
Que nos dijo el tiempo:
En primer lugar; nuestro profundo desconocimiento del carácter revolucionario del cristianismo, que a través de todos los tiempos, estuvo ligado a las transformaciones socioeconómicas y políticas de la humanidad, esencialmente por su misión en razón del pobre. Cristo-Jesús en las palabras de San Pablo: como Cristo redimió a la humanidad y como Jesús libero al Ser Humano socialmente.
En segundo lugar; apareció la Teología de la Liberación con algunos excesos en sus justificaciones políticas, debido a la influencia que el socialismo soviético irradiaba en los movimientos revolucionarios, que en los distintos lugares era aprovechada por los partidos comunistas para imponer su influencia. En Colombia; El movimiento de Golconda presento otra alternativa nacida de la interpretación ecuménica marcada por la venida del Papa, en relación con la visión de partir de la Manera cultural de nuestros ancestros precolombinos, para encontrar en los propios recursos de nuestros pueblos, la religiosidad popular que había sostenido desde la conquista la organización social.
El creer que nuestras comunidades expresaban un cristianismo ortodoxo, nacido de las luchas de las catacumbas donde el cristianismo había ganado, una posición teológica para llevar sus luchas a termino, fue una equivocación que solo los años vino a aclararse en la investigación que hicimos de nuestro comportamiento político.
La realidad nos enseño que el cristiano no solamente es un excelente militante, sino que en el fondo es un ser confiable por tener como base de su formación, la ética y poner por encima de sus intereses personales el bien común.
Otto Maduro:
¿Qué significa para Uds., Camilo Torres?.
Germán Zabala:
Camilo Torres es ante todo una metodología, un nuevo criterio para enfrentarnos a lo desconocido, es decir; como llevar a termino la revolución que debemos realizar hoy.
Para la Mayoría de los revolucionarios Camilo es un mártir cristiano y en el mejor de los casos un héroe nacional, aunque meritos le sobran para serlo, nosotros lo miramos como la persona que mas ha aportado a la Teoría Revolucionaria de América Latina.
Su política de hechos plasmo el método para conseguir la unidad por encima de todas las formas partidistas, como el único camino que tenemos los revolucionarios de América Latina para derrotar al imperialismo.
Al seguirlo nos proponemos, no repetir el fenómeno Camilo Torres, sino proyectarlo críticamente para poderlo superar.
Que nos dijo el tiempo:
Camilo nos dejo entrever en sus diferentes salidas para encontrar el camino revolucionario, que era necesario estar abierto a lo desconocido, teniendo en cuenta que toda afirmación por cierta que pareciera, era susceptible de cambiarse negándola si era necesario.
Su formación positivista, lo llevaba a formular sus tesis sobre la base del sentido común de las mayorías académicas, superándolas en cuenta eran negadas por la investigación; pronto nos mostró que no se trataba de un método para encontrar lo cierto, sino de una búsqueda para encontrar, que había que seguir buscando.
Podemos afirmar que en la práctica nos dejo en claro que la metodología no era un método, para encontrar el como hacer las cosas, sino un rumbo que nos conducía a lo inédito.
Su pregunta sobre el significado que para nosotros tiene Camilo: en realidad hay muchas respuestas, después de casi cincuenta años de haber sido hecha. Históricamente sabemos que nos permitió adelantarnos a la catástrofe soviética, cuando nos hablo de la clase popular, poniendo en entre dicho la teoría de la lucha de clases alrededor del proletariado como el fundamento de la revolución. Teológicamente nos mostró que el amor revolucionario solo era posible a través de la eficacia, mostrándonos que era una falacia, estar dispuestos a morirse por la revolución y no trabajar por ella.
Hoy sabemos que Camilo nos permitió enfrentarnos con seguridad al siglo XXI, permitiéndonos superar a los revolucionarios la caída del Muro de Berlín, dándonos las herramientas culturales para comprender la manera que tienen los latinoamericanos de hacer las cosas. Además nos dejo ver, sin el dogmatismo que los teóricos a través del manualismo nos habían condicionado, entendiendo que la teoría Marxista es una metodología para avanzar críticamente en la superación de los distintos obstáculos que se presentan en la lucha revolucionaria, y no un dogma para invocar cada vez que nos equivocamos.
Otto Maduro:
-¿Cual creen Uds., que fue el mayor aporte del Padre Camilo Torres?.
Germán Zabala:
Consideramos que el mayor aporte de Camilo, fue poner en primer plano el dialogo entre Marxistas y Cristianos, superando la fantasía que se pudiera dar al respecto o el despliegue publicitario en aras de la moda del momento.
Nos mostró que el dialogo entre Marxistas y Cristianos es el mejor camino revolucionario, para llegar a las inmensas masas populares en su gran mayoría practicantes cristianos.
La experiencia del dialogo nos trajo muchas enseñanzas a partir del encuentro concreto entre los cristianos y los revolucionarios; en un primer momento, la humilde participación de los cristianos en las discusiones políticas y la suficiencia verbal de los marxistas se evidencio vigorosamente, lo cual nos llevo a comprobar que dentro del discurso verbal no se resolvía nada, encontrando que las soluciones fueron apareciendo en la medida en que se ligaban conjuntamente al trabajo con las comunidades. Aprendimos que es la participación social la única que resuelve las contradicciones en las propias soluciones populares.
Fue así como fueron desapareciendo los complejos de inferioridad de los cristianos y los de superioridad de los revolucionarios, ya que las contradicciones que se presentaron se resolvían en la práctica con las comunidades. Allí las etiquetas sobraban, porque frente a la relación con lo concreto desaparecen las vanidades, puesto que en el plano de la equidad, todos somos desposeídos frente al personaje popular, encontrándose enfrentados a la lucha real por el cambio.
Que nos dijo el tiempo:
En la práctica revolucionaria lo que se evidencio del dialogo entre Marxistas y Cristianos fue ante todo la actitud ética frente al compromiso en el trabajo con las comunidades, apareciendo el discurso ideológico en un enmascaramiento para eludir el compromiso; en los momentos de decisión se muestra como el llevar a termino lo acordado, se distorsiona con el verbalismo, justificando el incumplimiento con las concebidas posiciones autocríticas que debilitan las acciones y impiden avanzar.
Los años nos dijeron que mientras los revolucionarios doctrinarios perdían el rumbo, acomodándose en los privilegios que les abrió el sistema, la mayoría de los cristianos permanecían en sus posturas, realizando lo que podían hacer alrededor del pobre y respondiendo a los llamados que los cambios lograban para los necesitados.
En relación con los principios; la mayoría de los llamados Marxistas terminaron escondiéndose y negando su procedencia, para poderse insertan en el sistema que combatieron. La literatura de los grupos ortodoxos se fue callando y cambiando su orientación, quedando como baluartes aislados revistas cristianas, que tomaron en sus manos la profundización del marxismo en la interpretación del tiempo que se vive hoy, después de la caída del Muro de Berlín.
Otto Maduro:
No se podría hacer una especie de resumen; una síntesis, por lo menos un recuento de algunas de las experiencias del trabajo concreto, que puedan arrojar luces de: ¿ cómo se ha llevado el trabajo en el seno de las masas?.
No basta decir “ir a las masas”: ¿ es necesario decir como?. En Venezuela también se ha tratado de ir a las masas, pero todos los intentos han fracasado, unas veces por vanguardismo, y otra veces por posiciones elitistas. La mayoría de las ocasiones por querer trasladar ideologías foráneas, por querer imponer modalidades extrañas, en lugar de buscar en el seno de las masas los valores que puedan generar una lucha propia.
Germán Zabala:
En su pregunta esta la repuesta; porque ir a las masas, es estar en ellas, aprehendiendo de ellas. Ir, significa encontrar el proceso de formación de los revolucionarios, en el doble aspecto; de lo militar y lo político, que es el único camino pedagógico para formar a los revolucionarios.
Cuando planteamos ir a la realidad, nos encontramos en el camino epistémico del marxismo, que parte de la dupla (necesidad- satisfacción) en el origen de las sensaciones. Se trata de la certeza sensible que es la primera expresión para satisfacer las necesidades biológicas. Para llevar a termino este camino empleamos un instrumento concreto que es el DIARIO DE CAMPO, que consta de tres fases distintas en el conocer: Ubicación, Determinación y Individualización.
El Diario de Campo es un informe escrito, es una parte de la tarea por cumplir, en principio es un trabajo engorroso, en especial para los revolucionarios que no están acostumbrados a un trabajo de investigación y les es difícil comprender su utilidad.
Que nos dijo el tiempo:
La Fenomenología del Espíritu de Hegel en su capitulo inicial sobre la certeza sensible, introduce filosóficamente en un texto difícil de leer, la práctica sensorial que nuestra especie recorrió para iniciar la construcción del pensamiento y que el Marxismo denomino la actividad sensorial humana. Paradójicamente la praxis inicial de nuestro conocimiento para enfrentar lo desconocido, que naturalmente debía ser lo mas sencillo de comunicar, se convierte en uno de los textos mas complicados de la filosofía.
El Sentido común que es el menos común de los sentidos, tiene su referencia, la práctica animal de la satisfacción de las necesidades vitales, donde el animal devora la naturaleza individualmente para subsistir. El Ser humano en su experiencia exploratoria para desarrollar el pensamiento, en la fase de la recolección, sale con el condicionamiento ecológico de la infusión de satisfacerse directamente en el reino animal. Decimos que es el menos común de los sentidos, porque no esta dentro del conocimiento solidario que desarrolla la síntesis del concreto pensado, cuando el Ser Humano construye su pensamiento en razón de la producción.
Antes de hablar del Diario de Campo, se necesitaron millones de años para que el pensamiento superara la inteligencia animal, y emergiera el pensamiento solidario de la humanidad. Sustituir la retroalimentación cibernética natural de la inteligencia animal, sin eliminarla, por la lógica sistémica del pensamiento humano fue la ruptura epistémica que permitió la humanización.
Otto Maduro:
¿ En que consiste concretamente el “Diario de Campo”?.
Germán Zabala:
El Diario de Campo es la combinación de un trabajo individual con un trabajo colectivo. En la experiencia investigativa de Golconda, el trabajo comienza con tres personas, sin que excedan de seis. El número mínimo de tres personas, se debe a que la conceptualización necesita de esas experiencias, para expresar una propiedad de la realidad. El máximo de seis es para evitar ser fácilmente detectados por la comunidad a la que se esta hiendo a investigar. Además es un número de personas demasiado grande para ser manejado en un grupo.
Desde el punto de vista de la teoría del conocimiento, el Diario de Campo se fundamenta en las formas equivalenciales, las cuales permiten producir inicialmente el valor de uso. Fue Marx quien al desarrollar la teoría del valor, encontró que lo que se aprehendía en el trabajo para generar la producción, era el mismo proceso que se aprendía para abstraer el pensamiento.
La teoría del valor, muestra que una experiencia no da la posibilidad de identificarse con la realidad. Se puede comparar esa situación con la que vivieron nuestros antepasados en las épocas de las cavernas, cuando ellos se confundían con su ambiente, mimetizándose en él.
Cuando aparecen dos experiencias en la investigación, se logra la simetrización, surgiendo la posibilidad de lo reciproco para distinguir distintas situaciones. Desde la analogía filogenética, podemos referirnos a la época de la servidumbre, en donde la existencia del Señor y del Siervo era mutua e indestructible y el uno no existía sin el otro.
En el mismo proceso investigativo, cuando aparecen tres experiencias, permiten al grupo completar el proceso investigativo, encontrando las relaciones equivalenciales, las cuales proyectan los procesos en forma trascendente, logrando que el conocimiento se concretice en proporciones bien determinadas, ganando así el valor de uso que la historia realiza en sus distintas modalidades.
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