Un sector de la oligarquia prefiere un modelo de "democracia formal" que descanse sobre la institucionalidad frente nacionalista (gobierno oposicion).
Pero los mas "fachos" quieren impulsar un nuevo sistema de gobierno, un modelo formalista de control de opinion publica y de masas y de Estado Comunitario. Este sector desea restructurar el Estado de Derecho Formal y Avanzar Hacia un Nuevo Sistema de Gobierno llamado Estado Formal de Opinion y Comunitario, Me explico:
1. En lo economico, busca el Estado Comunitario o Estado Minimo Eficiente con garantias para la Inversion Extranjera
2. En lo Politico la "banalizacion de la politica" y del papel de los Partidos buscando legitimidad y "unanimismo" en torno al Jefe unico de Gobierno, a la politica de doctrina unica de "seguridad democratica" y el reforzamiento de la idea del "Enemigo del Estado" vinculandolo a la criminalizacion de la Oposicion (ver el Pacto de Ralito).
3. El utilitarismo en lo "etico" (el fin justifica los medios) que se muestra en el mantenimiento de alianzas clientelistas internas, un ejemplo fue la Sabaspolitica, la parapolitica (combinando formas de lucha) y la campaña mediatica "Colombia es Pasion" mostrando supuestos "consensos" para acallar cualquier sentido critico tildandolo de antinacional, o incluso un nivel de movilizacion de masas o "cohesion social" en torno al llamado "prohibicionismo" (por ejemplo el toque de queda a los jovenes, penalizacion de la dosis personal y la infidelidad) que va en contra de las libertades personales.
4. En lo Publico, crear las condiciones para sustituir la fragil institucionalidad creada con la Constitucion del 91 que sostiene el "Estado Formal de Derecho" para sustituirlo por el "Estado de Opinion" que gira en torno a la popularidad del "Lider" y de quien Controla la Opinion y/o Control de Masas o "mayorias" (con consejos comunales, referendos y reeleccion del "lider") que neutralicen a sectores del pueblo con la pasividad politica o temerosa de propuestas alternativas.
5. La Seguridad Democratica donde se consideran el Control Territorial como asunto de "doctrina de seguridad nacional", y no de ordenamiento, donde impera el "Militarismo" para controlar zonas estrategicas y de macroproyectos, unido a la campaña de desprestigiar la Rama de la Justicia para legitimar un Estado de Guerra Civil Prolongada o "Estado de Sitio"
Son estos los dos modelos de Sistemas de Gobiermo o democracia formal los que se disputan el poder.
Pero en el lado del pueblo, existen tambien dos proyectos politicos
Carlos Gaviria representa una democracia real con un Nuevo Sistema de Estado y de Gobierno donde participarian las clases modernas y urbanas a partir de un Partido donde disputan diversas expresiones del movimiento politico, pero con problemas en la definicion de la alianza con los sectores sociales e historicos del campo.
Petro, busca una alianza con la granburguesia liberal en la que los sectores democraticos radicales estarian a la cola del proyecto democratico formalista y liberal de defensa de las instituciones existente con motivo de la Constitucion del 91.
Veamos el articulo sobre el Estado de Opinion, que resume parte de la doctrina sobre la democracia formal:
Álvaro Forero Tascón | 7 Junio 2009 - 10:18pm
Estado de opinión: fase superior del Estado de Derecho
Por: Elespectador.com
“EL ESTADO DE OPINIÓN ES LA FASE superior del Estado de Derecho”
Esa tesis es del presidente Álvaro Uribe.Según un revelador artículo de lasillavacia.com, Uribe ha sostenido esta teoría en 103 discursos, artículos y entrevistas desde que se radicó en el Congreso el proyecto de referendo reeleccionista.
Según Uribe, “en los Estados de opinión —y creo que la característica más importante del Estado colombiano es que es un Estado de opinión— el control más importante es el de la opinión”. En el pasado no se le había prestado mucha atención al “cuerpo de doctrina” del uribismo, como lo denomina José Obdulio Gaviria, porque tesis como la de que en Colombia no hay conflicto o que la diferencia entre la derecha y la izquierda es improcedente, se descalificaron como racionalizaciones, lo que alguien definía como lo mismo que las razones, pero carentes de verdad.
Sin embargo, la tesis del Estado de opinión como nirvana de la democracia, tiene un gran significado político, así carezca de aceptación en el mundo y sea un vehículo argumentativo para la reelección. Revela que la discusión sobre la reelección sobrepasa las consideraciones prácticas de la seguridad y las objeciones formales sobre el cambio de las reglas. Que la reelección es la punta del iceberg de una concepción institucional contraria a los cimientos de la Constitución del 91, que podría estar encubando un sismo institucional.
El planteamiento de que Colombia se encuentra en un Estado de opinión, y que éste es la fase superior del Estado de Derecho, querría decir que la voluntad de las mayorías está por encima de la Constitución, lo que equivale a que vivimos bajo la dictadura de las mayorías. La idea de que las mayorías encarnan la democracia es una concepción política primitiva, raíz filosófica del fascismo y el nacionalsocialismo, que desconoce los derechos de las minorías. Es de la esencia del Estado de Derecho la necesidad de los frenos tanto a los líderes como a la voluntad de las mayorías en contra de los derechos de las minorías. Por eso la Corte Constitucional ha determinado que modificar columnas del Estado de Derecho, como la prohibición de la reelección presidencial, no cambia sino que sustituye la Constitución.
La nueva tesis del Presidente revela que a la columna vertebral de su filosofía política —el utilitarismo— por el cual se juzga la corrección de las acciones con base en los resultados, se suman las doctrinas del mayoritarismo y el comunitarismo, todas contradictoras de la primacía de los derechos individuales, que es la esencia de la democracia liberal. Las limitaciones y los riesgos del Estado de opinión son evidentes, como demuestra la última encuesta de Napoleón Franco, en la que la imagen que del presidente Uribe tienen las mayorías no se afecta por las interceptaciones ilegales del DAS y otros escándalos recientes.
Hasta ahora se pensaba que el Presidente no intentaba introducir cambios de fondo en una Constitución cuya filosofía no comparte, por cuenta del fracaso de su primer intento de referendo, y por su concepción política antirreformista. Pero la verdadera explicación puede estar en esta concepción novedosa —según la cual no hay necesidad de cambiar la Constitución, porque ha sido superada por la opinión de las mayorías—.
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